Laguna Inahuanga, viaje por los andes.
Uno de los mayores temores humanos es la soledad, pero, ¿y si la soledad es un estado mental? ¿Y si en soledad podemos encontrar la mejor compañía? Esas eran las preguntas que me hacía desde hace mucho tiempo y que me llevaron a emprender este pequeño experimento, un breve viaje solitario emulando humildemente a dos de mis héroes: Kerouac, con «En la Carretera», y Thoreau, con «Walden y la Vida en los Bosques». Necesitaba experimentar por cuenta propia la soledad en medio de la naturaleza y encontrar mi propia «Walden» en medio de los Andes. (Vídeo al final)
El viaje empezó en Chiclayo, era una soleada mañana y pronto los campos se abrieron ante mí . Por mi mente asomaban todo tipo de pensamientos, positivos y negativos, pero la emoción de rodar hacia el horizonte podía más, no había vuelta atrás. Después de unos cuantos kilómetros, el asfalto se convirtió en una trocha carrozable, pero que no hacía más que acrecentar mi emoción, enfrentando mis temores y viviendo el presente. No había lugar para pensamientos negativos, porque en la carretera debemos esperar lo mejor, pero aceptando que no siempre todo pasará de la mejor forma y tarde o temprano tendremos que enfrentar los hechos como parte de la experiencia de viajar en moto.
Llegué a Incahuasi aproximadamente cuatro horas después; aproveché en almorzar bien porque iba a ser la última comida «real» que probaría hasta mi retorno. Lo que se vendría después era la parte más difícil de la etapa en la carretera, una trocha que había recorrido antes caminando pero que ahora tendría que sortear en moto. Hay partes en el camino con piedras sueltas muy grandes y hay que atravesarlas con cierta habilidad. No me considero un gran piloto, pero no es nada imposible. Después de unos veinte minutos, por fin llegué a una pequeña meseta que divide los departamentos de Lambayeque y Cajamarca y que en ese momento también dividía mi ser. Atrás quedaba la frustración y el miedo, dando lugar a la aceptación y el entusiasmo.
El viento golpeaba furioso y el frío refrescaba mi alma, me sentía vivo. Tomo fotos, suspiro, grito, dejo ir mis tormentos, me inunda la felicidad y continuo el camino que ahora era de descenso. Se ve estrecho pero fácil de recorrer, me confío. Una combinación entre una curva estrecha, pasto húmedo y un no tan prodigioso piloto me hicieron besar el suelo. Nada grave, un pequeño susto, parte de la aventura de vivir o de morir, pero ahí estaba, subido nuevamente en mi moto y con la adrenalina a tope.
Llegué a Tucto (palabra quechua que significa flor). El plan era dejar la moto encargada aquí, donde vive José Manayay y su papá Santos Manayay. Pero ellos me animaron a llevarla hasta donde fuera posible llegar en moto. Esa pequeña porción del camino resultó bastante difícil y casi me caigo unas cinco veces, pero salí airoso y llegué al fin. Me despedí de mi compañera de dos ruedas y, con mochila al hombro, empezó mi viaje a pie. El camino ya lo había recorrido algunas veces y lo conocía, pero esta vez me dirigía a una laguna que estaba bastante más lejos. José y su papá me acompañaron hasta un punto desde donde me podían indicar el camino a seguir. Ya era entrada la tarde cuando se despidieron y finalmente me quedé solo acompañado del viento, el ichu y las escarpadas montañas que me rodeaban.
Después de andar hacia abajo alrededor de casi una hora, me acerqué a la laguna para saludarla y ofrecerle mi respeto. Eran aproximadamente las cinco de la tarde y las montañas, la neblina, el viento y el sol del atardecer contemplaron como en un instante mi carpa estaba lista para habitar. Tuve tiempo suficiente para tomar algunas fotos antes que la oscuridad lo cubra todo. ¿Qué es la soledad? No lo sé. Nunca estuve realmente solo. Esa noche me acompañaron la laguna, las estrellas y las montañas. Contrariamente a lo que piensan muchas personas, me sentía seguro, alejado de los seres humanos y sus delirios. Mis propios delirios sucumbían ante la inmensidad.
En este viaje no pude hacer tantas fotos como quisiera pero me esforcé para hacer un vídeo de mi experiencia (Te lo dejo abajo). Si te gusta suscríbete a mi canal y házmelo saber. Te lo agradezco.